miércoles, 15 de abril de 2020

LA MUJER Y EL ARTE

Desde el principio de los tiempos las artistas han sido marginadas, algo que hacía pensar que no existían. Mientras, eran representadas como objeto en obras de arte durante todos los tiempos.
La verdad es que sí ha habido grandes artistas, pero no han sido reconocidas ni valoradas. Muchas obras hechas por mujeres fueron atribuidas a hombres, y cuando se sabía que la autora era una mujer, la obra tenía menos valor. Las mujeres tuvieron que superar muchos obstáculos para poder dedicarse al Arte.
La primera obra firmada por una mujer fue en la Alta Edad Media. Es “Comentario del Apocalipsis de Beato de Liébana” el cual está firmado por Ende "pintora y sierva de Dios" y el monje Emeterio.
En el siglo XV la formación de los artistas requería conocimientos de Geometría, Física,... estudios a los que no accedían las mujeres. Además, se empezaron a dibujar desnudos, algo prohibido para ellas. Las mujeres se formaban en el taller familiar (Artemisia Gentileschi) y si pertenecían a la clase alta (Sofonisba Anguissola), la formación humanística que recibían incluía clases de dibujo, pintura y música.
Durante el Renacimiento y el Barroco los artistas rechazaban el cobro de honorarios por sus obras. Así que buscaban la protección de la nobleza o la monarquía. Por ello, la aceptación social de algunas artistas se debió a que pertenecían a la corte, como Sofonisba Anguissola.
El siglo XVIII fue un momento de grandes cambios. En la Ilustración se amplío el campo profesional de las mujeres sobre todo en la enseñanza. La separación de los sexos generó una demanda de docentes, generalmente profesoras.
A pesar de los avances, la discriminación seguía existiendo. Las mujeres eran mayoritariamente excluidas de las Academias y de los concursos como el “Prix de Rome”. Las que formaban parte de las Academias (Angelica Kauffmann) tenían prohibido ir a las clases de desnudo. Por esto tenían que estudiar cosas "menores" como el retrato, el paisaje o la naturaleza muerta.
En el siglo XIX creció el número de mujeres artistas y poco a poco fueron aceptadas en la sociedad. Aún así seguían teniendo problemas para entrar en las Academias, pero surgieron cursos más liberales como las sociedades de artistas y las asociaciones de mujeres artistas. Además, algunos maestros aceptaban mujeres en su taller como Jacques Louis David y cada vez había más mujeres que tenían un estudio propio como Adélaïde Labille-Guiard. Las Escuelas de Bellas Artes comenzaron a aceptar mujeres y se abrieron aulas femeninas como el Estudio de Charles Chaplin donde estudiaba Mary Cassatt. Además, el Impresionismo atrajo algunas mujeres como Berthe Morisot alumna de Manet.
En el siglo XX la mujer ya tenía acceso libre a las escuelas de pintura, podía participar en exposiciones y concursos y copiar desnudos. Aun así, los prejuicios existían en la sociedad.  

Finalmente, a partir de los años sesenta hasta hoy en día, con el movimiento feminista y la lucha por los derechos de la mujer, se han ido conociendo a las artistas de todos los tiempos y dándoles el valor que se merecen.  
       

1 comentario:

  1. Muy bien Lucrecia.
    Quizá echo en falta una conclusión final, un comentario personal como cierre de la entrada.

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