viernes, 24 de abril de 2020

El Beso, Rodin


Sinceramente no conocía esta obra, pero la verdad es que me ha parecido interesante y realmente me ha gustado. Este bloque de mármol ha sido tallado de manera que desvela dos figuras: Un hombre y una mujer besándose apasionadamente.

En cuanto a la parte más “técnica” podemos destacar que es una escultura de bulto redondo tallada en mármol a finales del siglo XIX. La anatomía de ambos personajes está idealizada. La blancura del mármol permite el reflejo de la luz y la exaltación de los cuerpos. Una vez más vemos ese “non finita” tan característico; primero de Miguel Ángel y después de Rodin. Mientras que el hombre posee una anatomía más robusta y fuerte, la mujer parece ser más frágil y dulce. El hombre tiene una actitud más bien defensiva, ya que sujeta la pierna de la mujer y de alguna manera la abraza, sin dejar de tener una expresión de serenidad. La mujer se muestra despreocupada y abraza al hombre, su cuerpo dibuja una curva.

Pasando a un plano más personal. La escultura me gusta, me gusta mucho. De alguna manera veo y percibo esa pasión que Rodin quería transmitir, y me parece increíble. Es impresionante como se puede transmitir esa pasión con piedra. Quiero decir; Rodin ha conseguido transmitir una sensación cálida y romántica usando piedra, un material frío y sin vida. Es más, ni siquiera es una escultura policromada (lo que la dotaría de un carácter más humano y real). Usando un bloque de mármol y un cincel ha logrado representar una sensación. La pasión teóricamente es algo abstracto, sin embargo, esta obra la encarna a la perfección y la define. Únicamente un genio como Rodin logra plasmar una sensación así en un bloque de mármol, aparentemente lánguido.

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