"¿Quién no conoce la Gioconda de Da Vinci? Efectivamente, la mujer con cara pálida cuya sonrisa es mundialmente conocida? Much@s ya sabréis que está colgado en una pared verde del Louvre parisino, y por supuesto, que su valor es incalculable...."
En principio, nada tienen que ver el uno con el otro. Sin embargo, estos dos fragmentos de sendos textos me han dado que pensar. Uno lo he encontrado recavando información sobre la tumba del Doncel de Sigüenza y el otro, ahora mismo, en la última entrada en el blog de uno de vuestros compañeros.
¿Nunca os ha dado por "humanizar" obras de arte? Pues a mi sí, ¡mira por dónde! y resulta que leyendo esas líneas se me han ocurrido algunas preguntas.....
¿En qué piensa el famoso pensador de Rodin ? (comida?, chic@s?, en sus vacaciones? cómo llegar a fin de mes?)
¿Qué estará pasando por la mente de la Gioconda para esbozar esa enigmática sonrisa? (el Brad Pitt renacentista? la velada en palacio? Cómo hacerle una "gracia" a una amiga?)
Si no soy capaz de aguantar ni 15 minutos en esa posición, ¿Cómo es posible que el Doncel lleve siglos así, tan campante? (encima casi sonriente y...leyendo!! pero....¿Qué tipo de libro?)
¿No se le cansará el brazo al Colón de la Barceloneta, en la Ciudad Condal? (además, ¿para qué tanto señalar ?, si para tomarnos algo por la Barceloneta o las Ramblas ya sabemos qué rumbo tomar....y no es ese precisamente).
Bueno.... y más cosas que se me ocurren, pero prefiero dejarlas para otro momento.
Ahí os dejo con vuestros pensamientos (y los que espero haber suscitado con los míos)
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