sábado, 16 de diciembre de 2017

La Faraleona




La FaraLeona

Lola Flores, sí, la mismísima Lola de España es noticia en el Botxo esta semana. El museo del Athletic Club ha adquirido una obra de arte de lo más especial: un par de cuadros pintados por la cantaora. Eso sí, hoy sólo me centraré en uno de ellos.

Muchos fueron los socios que al adentrar en la sacristía de nuestra catedral se sorprendieron con esta pintura. Un paisaje de aire gitano en el que se pueden apreciar las figuras de varias mujeres futbolistas con la elástica rojiblanca. Este cuadro fue pintado por Lola Flores allá por 1992, cuando el Athletic era noticia en la prensa de tirada nacional, cuando fuimos los mejores. 
La madre de Lolita, Rosario y el difunto Antonio Flores,quiso dejar claro que si algún equipo había que le gustase en especial, ese era el nuestro. Eso sí, bonito, lo que es bonito... no me lo parece.

En una imagen sin perspectiva alguna, una red con grosor similar al de las toallas de Portugal cerca el terreno de juego, en el que esta familia cañí pasa un buen rato entre cante y pachanga. 
Se ve perfectamente que lo de dibujar no era lo suyo; no obstante, ella era artista, pero del cante. Delante de la portera observamos un balón del tamaño de la Luna, que no se sabe si entra o si sale; por su parte, la portera está extrañamente distraída. Mirando hacia otro lado y sentada en la nada, esta mujer vestida de naranja y rosa se ciñe a mirar fijamente la ancha viga de madera que actúa como poste de la portería.
Es curioso también que el larguero se extienda tanto hacia la derecha como hacia la izquierda, siendo el flanco derecho el más desplazado. ¿Por qué lo hizo así? Quizá la Faraona pensó en auqell@s futbolistas que siempre tiran fuera de la portería. De ser así, como diría Ferran Adriá, estaríamos hablando de "un nuevo concepto cultural, óptimo para nuestro deporte". En fin, que esta composición no se puede considerar ni de estilo Naïf.

Pasemos a analizar la parte de la familiada. ¿Qué es lo primero que se ve en la parte inferior de la imagen? Pues un grupo de gitanitos que dan la espalda a la portera de turno. En la parte derecha hay una mujer vestida de faralaes (supongo que será la propia Lola), acompañada de una niña que abandera la cita con un banderín que, al igual que en el románico, respeta a la perfección la ley del marco. Las letras que componen ATHLETIC se escoran hacia la punta cual evangelistas en machón de Silos. Por cierto, es raro que el banderín sea tan puntiagudo, ya que no parece que haya ni una señal de viento.
Después una mesa coja sostiene una copa con algo en su interior. Mis sentidos me hacen deducir que es un gato, pero puede ser cualquier otra cosa. Tras el mueble hay una niña, un niño... No lo sé, dejémoslo en joven, que está hipnotizada por el trofeo que ante ella se sitúa. Finalmente, en la parte más izquierda del cuadro, vemos a una moza que regaña a su hijo por intentar tocar la copa. Lo más curioso de la mujerona son sus patas. Sí, no digo piernas porque parecen troncos de roble, fustes bizantinos. Tiene forma -la mujer- de reloj de arena; con unos hombros desmedidos y una cadera extremamente estrecha, su parte superior es más que cantosa. Bien, pues de caderas para abajo la cosa no cambia, Un pantalón triangular sostenido por esas piernas más propias de un templo griego culminan este fragmento de obra que hoy os ofrezco.
La obra original es algo más grande por la parte derecha. No he podido encontrar una imagen más completa, pero en la que se expone en el museo se ven dos chicas con la boca abierta, cantando el alirón, agarradas por el hombro. 
Así que, a los que crean que el Athletic es solamente fútbol, yo les animo a que vayan y paguen 15 euros para visitar el mejor estadio del mundo. Porque entre obsequios de clubes internacionales y postales de exfutbolistas podrán encontrar estas obras de arte como la que hoy he mencionado.

Nada más, y hasta la próxima.

Mikel Basterretxea

                       Resultado de imagen de cuadro lola flores athletic




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