jueves, 26 de marzo de 2020

LA NATURALEZA Y EL ARTE

La naturaleza ha marcado las prácticas del arte y las teorías artísticas a lo largo de la Historia. Esta relación, arte-naturaleza, ha variado mucho y ha significado en cada época algo diferente: en la Grecia antigua el arte imitaba a la naturaleza, durante el Romanticismo se alababa el medio natural, mientras que en el Impresionismo se hizo hincapié en la luz y en la fugacidad de la naturaleza. Al mismo tiempo que el arte apreciaba la naturaleza, las personas han abusado de ella explotando sus recursos con el fin de enriquecerse individualmente, se han alejado de ella destruyendola y ciñéndola a las demandas de su nueva forma de vida.

Las personas son conscientes del mal que le han hecho al medio natural y por ello apareció una conciencia colectiva que intenta tener una aproximación respetuosa hacia ella. Así, en el arte se ha creado una corriente de entendimiento con la que se pretende mejorar la relación entre las personas y la naturaleza fomentando la interacción directa con ella. En los años setenta la naturaleza dejó de ser un simple contenido en el arte y se convirtió en un campo de acción. Ejemplo de ello son el Land art, las Earthworks y las obras site-specific. Desde entonces, en el arte contemporáneo se hallan una amplia variedad de obras que interactuan con la naturaleza. Todas estas obras aportan una visión diferente de la naturaleza en nuestro tiempo.


Cada obra tiene un distinto significado ya que este depende del entorno que la rodea, el origen está en la zona en la que se encuentra, ya que son inseparables y la obra depende por completo de su entorno. La obra se vuelve parte fundamental del paisaje y permite a las personas relacionarse con la naturaleza al verla de otra manera.

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