La Basílica de la Sagrada Familia

 

La Basílica de la sagrada familia es el monumento más conocido y característico de Barcelona.

Esta obra se inició en 1882, y un año más tarde fue replanteada por Gaudí, pues el proyecto le fue concedido poco más tarde. Ha de decirse que el artista se consagró en cuerpo y alma a la construcción de la edificación hasta el día de su fallecimiento, siendo el 10 de junio de 1926, no obstante, gracias a los planos que conservaron de su creación, otros artistas cogieron el relevo, retomando donde él lo dejó, continuando su creación con la generosa contribución de ayudas económicas o donaciones de terceras personas, por no mencionar que todos estos gestos hicieron de la basílica lo que es a día de hoy, aún sin estar plenamente acabada.

Pertenece a la arquitectura modernista y se basó en un estilo neogótico para su construcción y diseño, puede abarcar a 9000 personas en su interior y consta de una altura de 172,5 m.

Posee una planta de cruz latina la cual sigue las características del arte gótico. El ábside está rodeado por una girola o deambulatorio. 

En el interior, Gaudí buscó evocar la naturaleza, en este caso, imita a un bosque, dada la razón de que las columnas inclinadas harían de troncos de árbol de las cuales, por la parte superior se abren como en una especie de rama que sostienen en distintos puntos las bóvedas estrelladas. Se pueden observar diversos ventanales a través de los cuales la luz filtra de distintas formas en función de la posición de estas columnas.

La fachada se divide en 3 partes, cada una de ellas posee un fuerte significado religioso, siendo: Nacimiento, Pasión y Gloria, las dos primeras representan una línea cronológica que data el comienzo y fin de la vida de Jesús, hasta su crucifixión. La última habla más sobre el juicio final, cielo e infierno.

Solo ocho torres fueron erigidas de dieciocho, la razón viene a ser que cada uno representa una figura religiosa: los doce apóstoles, cuatro evangelistas, la Virgen María y Cristo.

Una curiosidad que abarca es que se la conoce como un templo expiatorio, es decir que los fondos para futuros proyectos dependerán del número de donaciones que se realicen, es por esto que la fecha de finalización de la Sagrada Familia dista de estar cerca. 

Aun así, es digna de ser visitada por su deslumbrante belleza

Álvaro Uriarte